lunes, 16 de julio de 2012

Pillamos 3 gramos de risas y pasamos la noche.


Subida a estos catorce centímetros negros con lazos, y sin notar el dolor de pies, pues el del corazón lo eclipsa todo; con el vestido oliendo a Vodka barato y al humo de tabaco fumado, ese que has estado exhalando mientras me mirabas durante toda la noche. Con el reloj marcando las cinco de la mañana y este pelo castaño, que me hace parecer aún más vulgar y loca de lo normal, me planto ante ti antes de que te subas a ese bonito Mercedes rojo de tu mejor amigo. Hago énfasis en lo de 'rojo', pues tú lo hiciste al comparar el color de mi carmín al bajarte a saludarme. Le dijiste a tu colega esa frase de: '¿No preferirías ser dueño de una boca como esa? Del mismo color, pero no tan fría.' Y mi contestación tan lógica como siempre, 'Imbécil.' 

No hay comentarios:

Publicar un comentario