lunes, 16 de julio de 2012

No se si son tus besos o ese tripi que me sube.



No soy rubia y no me gusta el Martini con hielo. No soy alta, en realidad, ni siquiera llego al metro sesenta, aunque con tacones lo sobrepaso. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa muy rápido. Me afectan las cosas demasiado, para bien o para mal, pero soy tan divertida que en ocasiones te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Escribo frases en los márgenes de las agendas, libretas y sobre todo en todos los libros que me leo, que no son pocos. Nunca me acuerdo de llamar al día siguiente. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco.. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. También te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco coqueta también, para qué negarlo, aunque a mi manera, ya que lo que diga la gente no me importa mucho. No tengo nada de vergüenza y me atrevo a todo. Canto en la ducha y escribiré tu nombre en la arena para que se lo lleven las olas. No necesito nada más que una sonrisa para salir de casa, y si chasqueo con los dedos hago magia, tengo el poder de no preocuparme por nada. 

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